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El viaje a la quietud: La historia de Luis

Soy Luis, fundador de Feather Peace. Mi historia comenzó con una pérdida: era ingeniero electrónico, centrado en mi trabajo, cuando un accidente de coche lo cambió todo. Perdí a mi perro, Koda, que era más que una mascota; era parte de mi familia. Su pérdida me dejó destrozado, sumido en un profundo dolor y culpa. Cada rincón de mi casa me lo recordaba: el sonido de sus patas, la forma en que me miraba cuando estaba en el suelo. El silencio que siguió fue insoportable. No dejaba de repasar el accidente, preguntándome si podría haber hecho algo diferente. Sentía como si una parte de mí hubiera muerto con él.

Incapaz de continuar con la vida que conocía, dejé mi trabajo y emprendí un viaje de sanación. Mi primer destino fue Japón, un lugar que admiraba desde hacía mucho tiempo por su zen. Cultura, donde la meditación y el minimalismo se entrelazan con la vida cotidiana. Sumergirme en esa serena simplicidad me ayudó a liberar los pensamientos y las cargas que había estado cargando. Fue allí donde descubrí la meditación, y desde ese momento, quedé cautivada.

Anhelando una comprensión más profunda de este nuevo camino, viajé luego a China, atraído por el legendario Templo Shaolin, la cuna de las artes marciales. Y probablemente zen. Allí, presencié a monjes usar instrumentos antiguos como parte de su práctica espiritual: no solo herramientas, sino objetos sagrados imbuidos de intención y energía. Al sostenerlos, pude sentir su peso, no solo físico, sino energético. La textura de las cuentas, el suave sonido que hacían al deslizarse entre mis dedos, los suaves clics cuando tocaban. y chocaron, y la reverencia con la que se usaron —todo ello me brindó una profunda sensación de calma y presencia. En esos momentos, comencé a comprender cómo lo físico y lo espiritual podían encontrarse, y cómo algo tan simple como un collar de cuentas podía tener el poder silencioso de centrar la mente y calmar el alma.

Al regresar a casa, sentí una silenciosa pero innegable necesidad de compartir lo que había descubierto: no solo un camino hacia adelante, sino un camino hacia mi interior. Creé Feather Peace para brindar... Instrumentos que propician el retorno a la quietud , la claridad y la presencia. Cada pulsera, collar y mala se elabora con cuidado y significado, sirviendo como un sutil recordatorio para hacer una pausa, respirar y reconectar con lo que importa. Y cada pieza se limpia ritualmente y se prepara energéticamente, para que pueda transmitir una sensación de paz y pureza a quien la usa.

Más que eso, quería construir una comunidad —un espacio compartido en redes sociales— donde las personas pudieran hablar abiertamente sobre sus caminos hacia la paz interior. Un espacio para reflexionar, conectar, compartir historias de transformación y ofrecer apoyo a quienes recorren su propio camino. Porque, aunque el camino es personal, no estamos destinados a recorrerlo solos.

— Luis